jueves, 19 de diciembre de 2013

Los culpables. Novela publicada.


Entonces… le dije. Creo, que recuperando cierto poder en mi mirada, para mostrarle que su triunfo era enfermizo, apenas momentáneo. Infecundo. Me saludo, y se fue pero sin volver su mirada hacía mí, estaba disconforme en algo, entonces entendí que efectivamente su triunfo no era total. Quizás habría percibido que estaba dispuesto a dar pelea, y llevar su derrota a duplicarse. Estoy triste pero me siento entero. A todas las personas les hace muy bien sentirse de un lado, sobre todo si es el que les corresponde, pero por pudor o inseguridad, muchas veces eligen los lugares medios, allí donde comienza el declive de no saber bien quiénes son y estar endebles para enfrentar aquello que a todo hombre  lo preocupa cada vez más, el envejecimiento y la muerte, a estas gravedades es mejor observarlas desde cierta firmeza  del alma y habiendo logrado cierto afecto por sí mismo y entonces el hombre comienza una tristeza digna para ser cada vez mas él mismo hasta el final.



sábado, 14 de diciembre de 2013

Dioses negros (última novela editada)


Esta novela me ha costado mucho. creo que al final lo logré. Comienza con un drama sobre un asesinato en defensa propia y continua con la relación quebrada de un  padre con su  hijo, para al fin poner a los distintos dioses por los que atraviesa una mente y una sociedad, porque es Dios también un diálogo que se tiene con uno mismo y eso hace a varios Dioses... incluidos los Dioses negros. Creo que es también una obra espiritual. He tenido distintas criticas y bueno... hubo de todo... Saludos y mis respetos a todos.

Gabriel Dancygier

párrafo de " El escritor y la mujer francesa"


2:05 ¿Por qué nos dicen que disfrutemos?

Fueron tres horas de alegría hasta que la realidad se impuso que con todo su rigor, esa de la que solo pueden escapar los muy sueltos de ideas y que viven acostumbrándose a una  libertad que los hace radiantes mientras su alma se oscurece de indignidad. La búsqueda de fruición a cualquier precio, el indómito placer. Es la pócima del depredador que llena de saliva sus más bajos instintos, para que sea lo que sea. Es el argumento de la mueca sin palabras, porque nunca justifican, sonríen estúpida y criminalmente,  en el terreno de los escépticos, cuando descienden en ese espiral vertiginoso con la piel de quién se lleven por delante, a la vida de las tinieblas y de los placeres furtivos,  porque decidieron que la moral y la educación no les sirvieron para nada…es, al fin de cuentas el resentimiento alegre.  Hace tan mal vivir poco como hacerlo demasiado. Uno es el desperdicio y el otro la imprudencia, la voracidad egoísta.  Yo no viví una gran vida pero siempre veía en el espejo a un ser, observaba  mi nariz rojiza e hinchada, mi incipiente papada, mis ojos calmos y tristes, tanteaba mi erección dubitativa pero… ese era yo. ¿Pero porque estoy escribiendo todo esto? Creo que conozco… lo que explica de mí – o de mi  historia de amor- este  furioso párrafo. Habla sobre Jacqueline. Sobre mí y Jacqueline. Creo que es una dura réplica contra mí. Me falta esa feroz ceguera para instalarme en el territorio, el lugar que se pretende, el lugar de los placeres y de la conquista, nunca conseguí que los pensamientos se deslicen para ser rápido acción, para poner soberbiamente  mi cara ahí, olfateando y agazapado  para preparar la tenaz mordedura. Aunque conociendo los acontecimientos completos… no, no fue nada sencillo.   

jueves, 12 de diciembre de 2013

Novela los culpables. Un hombre maduro con una jovencita


Recuerdo la vez que cenamos los tres juntos y se crean nuevas ideas, ahora a las tres de la mañana. La madre hace lo que puede cuando le toca estar en el agrio lugar filicida. Y maneja entre quiebre y quiebre de la postura, la actuación, eso que reniega a sacarse de encima. La conducta indebida, que a su pesar y conocimiento la sigue deformando, aquello que queda cerca de la maldad. Pero no desiste a abandonar aquel ego deficitario, y sigue siendo en detrimento de su hija. La malicia es igual de irritante se la comprenda o no. En los semitonos de su voz se distingue una culpa, una oscuridad,  que sale a través de un envión descarnado, y luego se diluye en una tristeza inmediata y parece derretirse en la nada, pero aun así no deseo  apiadarme de ella.

¿Qué rol cumple Ingrid frente a su madre? No es tan claro, pero era en cualquier caso su vasallo. Y si bien me desagradan los subordinados psíquicos; su edad, la maternidad aplastante, me sumen en una pena de amor, para luego ser furia abrumadora y luego venganza calma.  Las  veces que  me ahogo  en estos encierros mentales  me retuerzo al reconocer cómo se debe oscurecer el alma quebradiza de mi niña. Ahí, siento su edad. 

jueves, 5 de diciembre de 2013

Novelas Los culpables: Ligero fragmento. define la vision de una mujer amada y dormida.


Puede que el sol que abriendo el día, creando en el verano la cordialidad de las mañanas, sencillas de empezar, me  inducía a que observe meticulosamente el rostro dormido de Ingrid acomodando la sábana que cubría la mitad de su cuerpo encogido, para crear así, distintas imágenes de lo mismo. Ligeras modificaciones en una mujer amada multiplican las facetas del amor. En mi interior, dispongo de la imagen de su rostro infinidad de veces y son distintas unas de otras, son  gestos de Ingrid que abren mi amor o a veces refuerzan morbosamente mi obsesión, porque no es del todo bueno contar con tantas maneras de pensar en alguien. En cambio, las imágenes de otras personas que no son más que afines  se definen  como conceptos hasta que se diluyen y dejan de ser. Salvo el rostro de la tía, de quien recuerdo olores que acompañan la sonrisa que procedía a cualquiera de mis felicidades y luego la acompañaban con un leve fruncido de los labios emocionados, cuando caminaba con su tan querible rodete. Besé a Ingrid suavemente en la frente y sentí un desprendimiento triste cuando salí de casa para ir a visitar a Paulo y su esposa, que habían regresado de su viaje. 

miércoles, 27 de noviembre de 2013

La madre... Poesía.

¿Por qué una madre no puede sufrir frente a su recien nacido?
Esa fantastica pieza humana 
es parte de los albures de todo hombre y toda mujer, 
sabrá enseguida que su realidad es otra, 
ya no sera la misma, 
tiene en sus brazos un niño, 
con un nombre pero sin un destino, 
cuánto tendra que ver ella en que no sufra, 
cuál sera la tragedia que lo eludirá o puede que no, 
cómo se agarra algo tan pequeño, 
es... segun dicen el instinto, 
pero es una mujer,  
y piensa demasiado. 
Es sencillamente una madre 
obligada a salir al enorme escenario 
donde voces ancestrales y otras cercanas 
le dicen 
acá estas... 
parada frente a la maternidad. 
Y eso es estar sola. 




sábado, 23 de noviembre de 2013

Los culpables


Hablaban tanto que entendí que no debía  estar funcionando todo tan bien. Luego, cuando ella se dirigió al baño, mi amigo me confesó que el viaje los tuvo muy unidos pero que ella lloraba mucho, y que todo lo bello que les sucedía se trasladaba a su inverso, cada alegría les resultaba antigua y de un tiempo perdido, el presente se les hacía pasado a un ritmo doloroso. Ella rehusó entrar a un cementerio que se visita de noche y de muchas cosas no podían ni hablar. Luego fuimos los tres a cenar y fue allí donde me preguntó cuáles eran sus posibilidades, y yo observaba como restregaba sus delicados dedos, impaciente y asustada. Los dos quedaron en silencio esperando una respuesta, si bien yo no conozco tanto la especialidad, estuve siempre en contacto con su situación médica. Entonces les pregunte mirando a Pablo que creían ellos… y ella se adelantó y dijo, las posibilidades son mitad y mitad, lo mismo de vida lo mismo de muerte. Le observé los ojos y por primera vez me dejé llevar por una presunción sobrenatural. No observé la muerte en sus pupilas… Entonces fue que les dije, hay mucha vida, mucho más que la mitad, la medicina es la mitad y la otra es la inmensa unión que hay entre ustedes. Estén tristes y estén felices pero siempre juntos. Me avergoncé porque esa no era una manera natural de hablar para mí, no estaba acostumbrado ni siquiera a los sentimentalismos necesarios.
En cualquier momento de mi vida me hubiera despreciado por caer en frases tan ingenuas y engañosas… pero a pesar de ser poco fiables, aun así sean verdad o se conviertan en verdad… Yo quería decirles eso… es necesario ser cuerpo de la tragedia ajena. No, no estoy diciendo bien, ellos no son en nada ajenos, pertenecen a la parte bella de mi pequeño mundo.



miércoles, 13 de noviembre de 2013

novela " Los culpables" Párrafo sobre las cavilaciones de un hombre algo culpable....


Cuando le conté a Paulo sobre mi encuentro con Ingrid, me abrazó nuevamente pero más emocionado… teme por la salud de su esposa y permanece siempre al borde del llanto, estuve a punto de decirle la verdad sobre la edad de Ingrid pero no… necesitaba antes crear un clima de confesión… no me siento culpable por mí, pero le temo a los ojos de los otros… Sí, es eso… sostener la mirada. De todas formas, es importante que Paulo me apoye… más, incluso que mi psiquiatra que ni me felicito, debe ser que está prohibido mostrar alegría por un paciente o que la prudencia lo obliga a estar pendientes de la suerte que puede cambiar a cada rato sobre todo si más se vive. Presiento que debe pensar: por qué no consigo una mujer de treinta y cinco años o cuarenta, pero en su pensamiento que comienzo a adivinar sofisticado pero básico, debe creer que el amor se inventa, se busca por catálogo, no piensa en las posibilidades reales de un persona, de enamorarse dentro del azar… búsquese una de cuarenta diría… y yo le preguntaría y hasta encontrarla… y que haré con Ingrid… no sabrá que decirme… no lo debe tener pensado…. Su imaginación solo llega hasta: Búsquese una menos joven… eso puede colarse entre doscientos libros de psicoterapia y psiquiatría para revelar el mal uso de los cien mil millones de neuronas ayudadas por la serpentina de corteza, ayudados por  la pereza que adopta la gran forma de la estupidez rotunda y evitable.  Esto no pasó, pero quisiera ponerlo a prueba, después de todo, un profesional debiera poder ayudarme. 

lunes, 11 de noviembre de 2013

La infancia de mi padre. Poesía.

se decidio por fin a leerla, 
en la áspera y contundente voz, 
emocionada, 
contaba su infancia,
con trazos reales, 
empujando las oraciones con su recuerdo, 
y su amor, 
en la unica infancia que todos tienen, 
es un lugar solo propio, 
axiomático, 
benditamente incuestionable 
donde no hay más que reconocer el destino, 
Mi padre emocionado leía frente a mi silencio calmo,
y repasaba el tiempo en que las cosas son todo, 
y se las venera como la religión, 
la aceptacion de los niños a la forma
de felicidad que les toque, 
es imposible saber cuanto mi padre fue feliz 
entre esos recuerdos, 
pero es acaso una medida por la que un niño vive, 
o solo le importa meterse dentro de su mundo, 
y aprender a supervivir mientras se hace, 
pero fue algo duro para él, 
su llanto freno su lectura de recuerdos y de anecdotas 
que lo ataban a aquello que 
es adorado, 
y se decidio por fin 
a que yo termine de leerla. 

Los culpables. Nueva novela. (pequeño fragmento)


La madre de Ingrid volvió a contravenir las leyes de la maternidad, cuando con su voz envolvente, sugestiva, intentando una complicidad oscura, pronunció mi nombre y mi apellido del otro lado del teléfono. Seguramente, y me odiosamente me reconforta decirlo, su anhelo de atraer a cientos de hombres y mujeres, no se vieron concretados de acuerdo a los vanos intentos que había realizado con su carácter ineficaz. Quería brillar, relucir… reinar sobre las personas y para su letal contrapunto no consiguió ni siquiera desembarazarse de esa caricatura que se dibuja por debajo de su piel tersa. Intentaba con su tono crear una confiabilidad, actuando a que Ingrid estuviera cerca de ella y no debiera escucharla. Mintió descaradamente, cuando delató que Ingrid ingería pastillas para no comer y que desde niña siempre le preguntaba qué sentido tiene vivir si todo era tan triste. Podría frenarse pero anestesiada a la vergüenza, anacrónicamente seductora, se derrumbaba  en el charco de su fragilidad. Detenerse en algún silencio es para alguien así  pisar el  futuro oscuro. A pesar, de saber que lo que dice no llega, entonces redobla la apuesta y ahora preocupada dice que teme por Ingrid, que hay asuntos que yo no conozco, pero ni pregunto, luego se martiriza y habla de su propia infancia, y sus victimarios, pero ahora es solo una táctica y no siento pena, me doy cuenta que estoy vengando a Ingrid, o puede que también sea mi desdeñoso modo  frente a las miserias del espíritu. 

domingo, 10 de noviembre de 2013

Parrafo "Los culpables" Nuevamente el problema de las edades, pero no le di las caracteristicas patologicas de Lolita.


Aquél sábado en el cine, la media tarde ya se vivía con los augurios  del amor declarado y recíproco. Entre todas mis dudas le hablé escuetamente de mis sentimientos, con un tonalidad que se desprendió tímido y dulce. Ingrid  dejó el histrionismo de su naturaleza juvenil, y bajó la cabeza llevada por la importancia del momento y apenas pudo sonreírme, entonces tapó su rostro con mi hombro cuando se levantó para abrazarme, mientras mis ojos reposaban en un anciano hermoso. Allí empezó. Creo que percibí ciertos problemas en todo aquello, en el medio del cine todavía con la luces encendidas, porque decidí instantáneamente  no esperar al final de la película para declarar mis sentimientos… como todo hombre enamorado siempre abandona su plan… los pasos…  Pero decía que por primera vez en muchísimo tiempo o puede que sea la única, sentía que mi vida se abría a lo ancho y el final resultaba en un infinito de paz y conformidad. Era ese abrazo mi destino, porque sonrió de nuevo y entendí que no la agobiaba la natural rareza de todo aquello. Al final de aquella tarde, donde luego caminamos de la mano por una calle que encendía sus luces y todo ese brillo hacía que la alegría también estuviese afuera, en el medio de una conversación interrumpida de risas y miradas en las que nos relajábamos, fue que me enteré su edad. Dieciocho años. Era la menor edad  que esperaba, me había convencido que podría tener al menos veinte…
En un momento reconocí una calle solitaria y nos lleve hacia ella para aplacar mi vergüenza. Era igual mágica… sentí al amor venciendo felizmente todos los impedimentos…

Ahora en mi casa la esperó, para seguir con las clases… eso decidimos… Sí, me siento ansioso, incómodo dentro del tiempo, él es lento y de repente se acelera, también quiero quedarme en el presente, a él lo conozco. Cuando pasan  veinte horas sin señales de ella temo que se arrepienta y no pueda con nuestra aventura amorosa. A un hombre que ya ha vivido, lo bueno y lo malo,  le sucede a menudo que siente que se encuentra en la etapa frágil de la alegría.

domingo, 3 de noviembre de 2013

Párrafo sobre el amor y la timidez, El miedo. "El escritor y la mujer francesa"

También había  pensado en la lluvia cuando reposaba junto al cuerpo dormido de Jacqueline, una de esas pocas noches, en la refulgente penumbra que se movía con los azares de los colores exteriores, de los semáforos, de los neones,  en que la noche era para mí un inmenso mundo que casi no merecía. Imaginaba que llovía en ese silencio que me envolvía por primera vez sin sentirme  solo cerca  de una mujer, y me resistía a dormir porque los pensamientos eran cada vez mejores, era el primer amor o siempre los amores son inéditos. Cuando uno lo descubre siente que lo conoce de toda la vida, la naturalidad de lo bello...  Tanto tiempo me acostumbre a sentir que no  merezco la felicidad o nunca lo pensé lo suficiente, por eso aquellas felices sensaciones en mi cuerpo, en el aire quieto de nuestros reposos, me resultaban un hermoso mundo que a veces no era mío. Los frágiles merecimientos de los cobardes. No, no debo ser tan duro, siempre luche contra mis miedos, y esa noche después de todo estaba allí con ella.  Todo el tiempo, hasta que me quede dormido,  intentaba descubrir dónde estaba la mentira de todo aquello, pero no… efectivamente era así, a la semana de regresar a Buenos Aires llegaron los primeros correos electrónicos de Jacqueline. Esas palabras…podían ser  almibaradas, juveniles,  pero no mentían, y eran tan bellas... Descubrí que el amor solo se crea a base de exageraciones porque  la unión entre las personas no es tan firme al principio, y la exacerbación de lo que se siente crea el ciclo donde el otro se atreve a más, y así con el uso de las palabras y de las miradas y de los cuerpos las personas se predisponen o al menos asumen con confianza el gran riesgo que todavía no ven, porque cualquier asunto que sea muy importante para una persona puede ser también su perdición. 

jueves, 24 de octubre de 2013

Final de la novela Dioses Negros.


Más tarde hicieron el amor y todo fue muy suave porque su espíritu estaba imbuido  de  resignación, de todas formas había tomado la pastillita para que ella se sienta bien. Cuando la dejó en la casa de su madre se felicitó de no decirle nada de sus temores. ¿Qué ganaría? No había optado por salvarse…
Ya en  su casa se preguntó inercialmente por qué no escapaba él también y no llegó a ninguna conclusión definitiva. No era edad para huir… no era un plan para su vejez. Un exilio era injusto desde todo punto de vista pero sobre todo un despropósito, no era indigno pero era una fuerte sacudida a su entereza. No, no jugaría el juego de los otros. Decidió que se vive hasta donde se puede y además su cuerpo tampoco lo ayudaba. Posiblemente si lo hubiese hablado con alguien hubiera llegado a otras conclusiones pero todo era vertiginoso e inmediato y decidía intuitivamente con su corazón ya muy cansado. Dos llamados vacios sucedieron mientras pensaba en toda su vida. Preparó un whisky hasta el borde y se sentó en el sillón que enfocaba hacia la puerta. Todo lo efectuaba metafóricamente, con lentitud planeada, necesitaba de esos tiempos en los que se iba construyendo, prestaba atención a como su mente encontraba cada uno de sus sentimientos más nobles, toda la situación requería de ese comportamiento suave, seguro. En su contrapunto existía la otra emoción: la exaltación que le producía saber que estaba decidiendo ese destino en lugar de otro. Pero ya no era una lucha, solo se preparaba a través de sus movimientos dignos como si ellos fueran una entidad con espíritu.  Se acordó de la carta de su hijo y la sacó de un cajón de la cómoda. Era ese el momento de leerla y ya no le prestaría atención a su teléfono.
“Desde la  muerte.
… acá estoy tío tirado en el medio de la nada... eres quien me dio la vida, el que me ofreció las fuertes palabras de padre, eres quién  nos decía que no hagamos más tonterías, y acá estoy, desesperado en este jardín donde una familia es normal. Qué bien la pasan los que se destinan a vivir mejor… veo a lo lejos a una mujer con un hijo en brazos…me observa, se detiene en mis ojos asustada…creo que ya no siente miedo ni odio, esta conmovida, una vida humana podría terminar…la mía, y estúpidamente. Pero la veo borrosa, de mi estómago ya no sale tanta sangre pero siento la humedad tibia que rodea mi cuerpo y moja mi espalda, he perdido mucha sangre… El hombre que me disparó se acerca a mí e intenta algo, aprieta con un trapo mi herida… en sus ojos graves entiendo lo que me está pasando. Es raro pero siento su desconocido afecto… Ahora con un teléfono llama a alguien… rezo porque sea una ambulancia, no quiero morir… él me sonríe… ya no somos enemigos, es la inmensa miraba de un ser humano cuando no puede hacer nada por otro, es el miedo moderado de la condición de ser hombres y estar arrojados a los mismos riesgos, él podría estar muriendo…. yo llegue a este raro lugar con un arma pero ahora…ya no importa, lo veo en sus severos ojos…quiere ayudarme, se desespera y le grita algo a la mujer… ese hombre habrá tenido un padre o una madre que lo ayudasen, consiguieron que crea que el mundo  no es una porquería… veo el pasto y atrás la casa sin terminar en el momento que se acerca también la mujer y me acaricia la frente… quiero agarrar su mano me siento demasiado solo pero no puedo… ¡Cuánto puede pesar un brazo! La de ellos es la última imagen antes de que mis ojos se cierren, siento la oscuridad y mi cuerpo siente una paz inédita, estoy flotando… nada me duele y me elevo… creo que me estoy muriendo pero no estoy mal… escuchó las ultimas voces, son tres o cuatro hablan de una inyección… ya no escucho…”
Roberto esbozó una sonrisa con sus ojos cerrados y esas palabras se transformaron en aquello que había detrás del rostro de su hijo. Recordó a su madre en aquel tiempo derretido pero fantástico en que se es niño y se cree en todos los hombres y en todos los dioses. Se sintió raramente agradecido. Los ruidos eran cada vez más cercanos pero no le preocupaban, tal vez  prefería que todo eso termine o ya ni lo sabía. Cuando los vio entrar no le costó entender quien de los dos hombres era el Tío. Era un hombre calvo y no tenía cara de estúpido, en su rostro no parecían caber las emociones, todo se habría diluido hace años de esa cara hermética que miraba una escopeta larga. ¿Ellos dudaron? Tuvo tiempo para decir…
-No eres tan estúpido… pero has perdido… mi hijo se encuentra en el mundo… puedes usar toda tu  vida para encontrarlo… tu vida… errática.  
Luego de unos segundos todo había terminado.         

martes, 22 de octubre de 2013

El amado. poesia sobre dios y las tragedias.

Puede ser la tragedia, 
el lado del azar, 
que no pertenece a Dios, 
o puede ser que nos toque, 
aceptar, 
la muerte de un niño, 
la desaparición de un hombre, 
la cruel indignidad en una mujer, 
y sin entender,
aceptar que él también es eso, 
y amarlo...
aunque en el suave despertar del sueño, 
entre los roces del amor, 
en la infinitud de los alumbramientos, 
y tambien dentro de  la suave memoria de la pasión, 
y la calma, 
frente a  la sonrisa de nuestros muertos, 
es más natural reconocerlo, 
eso nos recuerda a Dios siempre, 
Porque El es eso... 
Aunque, 
hoy habra infinidad de tragedias, 




jueves, 17 de octubre de 2013

Insomne. poesía sobre el miedo.

Es de noche y muy tarde, 
debo salir de la cama, 
ya no hay posibilidades, 
de paz, 
de dormir, 
el invierno no me proteje con el cuidado de las frazadas, 
este espacio no es íntimo hoy. 
le temo a la mañana, 
pero no soporto esta oscuridad lenta, 
mis preocpaciones, 
son mas que yo, 
que el hombre universal, 
es imposible olvidar el miedo, 
qué fácil resulta el dolor, 
el lugar apropiado después del desencanto, 
pero hoy es otra cosa. 
mañana se decidira mi futuro, 
mi cuerpo puede dejar de ser mi amigo, 
¿qué pasa dentro de él?
Imagino la aplicada sonrisa del medido, 
y conozco aterrado que su poder es reducido, 
él, también traduce la enfermedad... 
deberé rezar, 
y creer, 
llevare mi mente a las mejores fábulas, 
pensaré en mi padre muerto, 
él me sonrie en un lugar 
que también es de noche. 
Lo abrazo... 
y por fin, 
lloro. 

miércoles, 16 de octubre de 2013

El escritor y la mujer francesa. Ultimo capítulo completo.


Final cerrado. Perdón…

El ambiente de los escritores  siempre me ha hecho sentir un extraño, que vagaba por sus alevosas expresiones de intelectualidad, inmiscuido en sus vidas y sus horas en las que merodeaba como un fantasma siempre lleno de una vergüenza hostil, porque los admiraba y los despreciaba –en verdad los admiraba cuando era joven-, por sentirse ellos tan una sola cosa, tan exclusivos. Ser escritores los convertía en eso que resume y enaltece, más que cualquier otra cualidad  lo que  puede decirse de una persona. Me parecía que mis pasos tímidos recorrían un mundo de criaturas que habían aprendido a vivir sin las fatigas de los cuerpos, sin los miedos del alma, en definitiva una vida que nunca será para uno, ni aunque consiga el mejor premio de literatura. Es que justamente ese mundo no se organiza para el talento, es más para aparentarlo.

martes, 8 de octubre de 2013

Lo indigno. Poesía.

A un hombre se lo encierra, 
se lo abre por dentro, 
y se exponen sus miserias sin ver, 
tambien su humanidad, 
ella siempre existe, 
en su pesada biografia, 
en los males albures, 
aun sobreviven los besos en la frente, 
de su madre, 
universal, 
posible, 
el resquicio por el que podría haber sido otro, 
El puede ser un hombre gravemente equivocado, 
danino, 
imposible, ´
pero sepamos: 
La indignidad se le agrega de afuera, 
en el medio de su oscuridad, 
insoportable, 
estas cárceles no pueden ser 
la idea, 
la vision, la solución,  
del dios que amamos... 

viernes, 20 de septiembre de 2013

Cárceles... la bestialización de un ser.... Breve comentario.

Las cárceles, qué lugar tan imcomprendido. Se arroja alli a seres humanos a que se bestialicen. En nuestro país dejan de ser seres humanos, explicando que el modelo penitenciario es de ninguna manera cristiano, judio, o musulman... O carecen del buen gusto del razonamiento aplicado, solvente, moral.  Son policias por fuera de toda ley, en el costado despreciado de las reglas, destruyendo seres humanos, odiados por palabras que salen de bocas que saben denigrar, en abstracto. Necesitan no la muerte de un ser humano, si no algo mucho más grave: la muerte psicológica de un semejante. No consiguen, ni por un minuto, entender que existe un ser adentro de ese cuerpo, sin importar que tragedía haya cometido. Les guste o no..., es un ser humano. Sigue siendolo, y con menos suerte podriamos serlo nosotros. Se destruye la integridad de alguien que esta sujeto a las barbaridades de la violencia con poder y estupida de los que eligen ese circo romano, sanguineo como medío de vida. En las inocentes palabras de los aficionados a pensar, se escucha que se pudra en la cárcel, que le den cincuenta años. ¿De quién hablan? de una persona o del demonio nacido de sus oscuras ignorancias. Escucho en nuestro pais que no se habla cristianamente de los delincuentes cuando se los quiere en la prisión... y  les reprochan que deben mantenerlos. ¿Hay todavia, seres moralizados precariamente, que creen que pagan la comida de los presos? Pagan todo: eso es un estado. Hasta en la absurda, obsoleta y criminal pena de muerte del Norte, hasta el último momento antes de morir, un hombre es un ser humano. Deberemos explicar mejor porque un ser humano es delincuente, o dejaremos fluir nuestra rabia ignorante y desconoceremos al dios del que siempre hablamos. Mientras El permanece callado y absorto, reprochandose nuestra ignorancia. 

viernes, 13 de septiembre de 2013

Un hombre se despierta. Poesía.

Un hombre despierta. 
Recoge su ropa, 
se dirige al baño... 
mientras su familia duerme en el silencio. 
Las obligaciones,
la oscuridad, 
el hombre se mueve automaticamente, 
pero no celebra su amanecer, 
o ni decide, 
¿Por qué esta imagen me da pena? 
todos los dias se repite el episodio, 
de un hombre que se dirige a una vida que no eligio, 
pero la pena es más honda, 
mi dolor por ese hombre tiene algo de encarnación, 
yo estoy en él, 
puedo ser él, 
y no dejo de presentir que puede ser una buena vida, 
entonces, 
¿A quién observó? 
Cuando amo, descubro y conprendo, 
el karma del hombre universal. 
Puede que solo sea mi día sensible... 
pero en esa imagen, 
lenta, 
resignada, 
natural, 
Comprendo la suave fatiga 
que nos reune, 
al vivir....

jueves, 12 de septiembre de 2013

Párrafo sobre la naturaleza, las mujeres y la contemplación, " Dioses Negros" Novela.


Quien observa a una mujer y solo ve la mera presencia de una mujer, en verdad no está viendo a una mujer. Solo ve algo a lo que se llama mujer pero por su cortedad desgraciada sigue pendiente de lo mismo de siempre: la pobre imaginación de su mente. De la misma manera  si alguien mira a un árbol y solo ve un árbol no toma en cuenta a ese árbol. La caída de sus ramas, la esquelética imagen que le hizo el invierno, el recuerdo de otros árboles y de distintas visiones, el aroma que brota de sus blandas hojas  en primavera y todo aquello que genera a quien realmente se detiene en la naturaleza. ¿De dónde provienen esos hermosos estados en el justo momento en el cual la  contemplación suaviza la mirada y la vida?  De la propia biografía y de lo que se hizo con ella. Si así no fuera, ni la naturaleza ni las mujeres lograrían entrar en los hombres. Nunca había visto la manera en que su hijo observaba a su esposa pero podría asegurar que en su productivo hermetismo, al levantar y ver a su joven mujer siempre reconocía algo nuevo. Para  Damián todo era importante, tanto es así que decidió comprar un arma para cuidar a su familia y luego dispararle a un hombre, y matar a un hombre  y de todo podría decirse que no evitaba los graves problemas y que era ridículamente temerario… pero en todo se apreciaba la misma línea inconfundible de moral. Una muy estricta puede en definitiva ser tan inconveniente como una a punto de no existir. 

jueves, 5 de septiembre de 2013

Un hombre escapando a la melancolía de su esposa ( Dioses negros )


Salía por las noches aunque nunca volvía en horarios prepotentes y  en todos los años de matrimonio llegó a tener dos amigas sin contar a Eugenia, aunque siempre y aun en las situaciones más divertidas se descubrió pensando con tenaz remordimiento en Matilde. De hecho conversaba de su esposa con aquellas mujeres, que a veces prestaban atención con femenina solidaridad  y otras montaban una escena de celos o se replegaban en un silencioso orgulloso… el borde del la tristeza… o  se hacían un ovillo  al borde de la cama duplicando su impotencia. Cuando no estaba con ellas imaginaba todo sencillo, pero  cuando era partícipe de esa densa tristeza, en el cenit de la demanda, en el pedido angustiosamente callado de aquellas mujeres que no amaba.    

Gabriel Dancygier

martes, 27 de agosto de 2013

El recién nacido. Poesía.

Un niño nace, 
y con sus ojos cerrados,
su inconsistencia... 
ya tiene su futuro cerca de él, 
su padres inexpertos: 
el amor suave de su madre, 
preocupado, 
preferira que no sufra, 
y le llevara sus miedos, 
su padre  traerá el mundo, 
en la material forma en que un hogar es alegria, 
sera también la manera en qué los demás, 
son para sus ojos. 
Duerme y nada más, 
pero su vida ya parece organizada, 
Y si bien existe la probabilidad, 
la teoría del caos, 
la genética, 
todo presume cierto fatalismo, 
pero es...
despues de todo un ser, 
un futuro ser... 
y estara obligado a ser creativo, 
frente a los impoderables... 
Puede que al final su destino sea solo de él.
O al menos una parte... 
el fragmento feliz.  

Gabriel Dancygier

jueves, 22 de agosto de 2013

Amor no tan líquido. capitulo 9. Quienes deseen leerlo completo pueden conectarse con la editorial. Saludos a todos.


El noble intento de relacionarse.

La modalidad defensiva y temerosa de nuestros tiempos, obliga a dos formas características, ambas inconvenientes, para construir y armar los comienzos del afecto. La primera modalidad inconducente es no dar espacio a los demás por el temor a vincularse  y evitar sufrimientos, al punto que al final  llegue un momento en que la negativa puede ser por una costumbre tan usual que termine por  desactivar el anhelo de relacionarse y ya ni las mismas personas  entienden porque se desatienden las oportunidades. Se habitúan o ya ni siquiera esperan. La otra forma defensiva de relacionarse  –seguramente hay otras más- consiste en  establecer contactos ligeros y esporádicos, inconducentes y a veces agónicos,  esto se debe a que se reconoce que la relación emocional importa o al menos se la necesita,  pero se descree de ella como posibilidad de felicidad y de estabilidad, por eso para no sufrir  se establecen contactos breves y sin optimismo, entonces se extrae algo exiguo y olvidable, sin esperar demasiado y si hacer gran cosa. La búsqueda esencial de esta conducta es no sufrir aunque no se obtenga ninguna felicidad.

martes, 20 de agosto de 2013

La ruta... poesía.

Observó por la ventanilla, 
las distancias reducen el efecto de la velocidad, 
y todo el verde se mueve muy despacio, 
que hasta puedo detenerme en él, 
y sentir la calma, 
el mundo amable, 
Unas vacas tuercen su cuello...
el ruido las saca del suelo alimenticio, 
y observan, 
piensan, 
En esa simplificación siempre encuentro los reposos... 
que necesito, 
pero no se...
¿Lo soportaria? 
Estaria solo con dios y la naturaleza, 
puede que sea mucho, 
o poco,
siempre la figura de la otra vida, 
es solo una idea inacabada, 
pero me persigue, 
nos persigue, 
a los mortales, 
a los de una sola vida, 
una sola opción... 
Ahora, el atardecer...
la inmensidad se llena de una alegría nostálgica, 
gratamente dolorosa... 
Luego vendrá la noche inmensa... 
e imaginaré el silencio. 
 
Gabriel Dancygier 

domingo, 18 de agosto de 2013

La infancia sin padre. Párrafo breve de la novela "La mujer del prójimo"


. No había forma que no fueran tiempos difíciles…su padre faltaba todo el tiempo y esas sonrisas demacradas como la de los payasos en tiempos de guerra y de hambre, quizás sirvieron al menos para que  esa oscuridad dolorosa no descienda a alguna forma de parálisis. Y si bien, esa propulsión por vivir, permitió que Ricardo continúe por su senda de ser y de buscar, de ser un niño curioso de silencios intensos, y mantenerse dentro del mundo infantil y de sus juegos concentrados, en la colorida metáfora en que se desarrolla todo el tiempo la infancia,  aún así más de una vez lo embargó el tenaz resentimiento infantil que crecía con el silencio y las inevitable injusticias,  pero se diluía cuando captaba en los ojos de su madre  un maquillaje mezclado y húmedo que había descendido por su hermoso rostro, en una lagrima colorida, para frenarse en sus pómulos y dejar su boca limpia para una sonrisa necesaria, descubriendo que su madre había guardado algunas de sus lagrimas, para salir, en cada una de las veces, lo mejor que podía al gran escenario de la maternidad. En esos momentos era cuando más la quería.

Gabriel Dancygier 

El pasado y el costado muerto. Poesia.

Desde la esquina, 
observo la casa y es otro tiempo. 
Veinte años sin regresar, 
sin entrar en sus historias, 
en las que yo era parte de esas paredes, 
de esa geometría espiritual, 
Mi madre desde la cocina, 
ofrecia su amor con los aromas, 
el cobijó de las comidas, 
la cena familiar, 
la noche... 
ella era el sector sagrado del día, 
y yo un joven ignorante, 
solo buscaba en los conocimientos todo  
mientras  no explicaran nada de mí, 
más que el anhelo de ser y existir 
en algun lugar de la adultez. 
Esos tiempos habrán sido maravillosos, 
pero... ¿por qué? 
En qué momento disitnguía yo la felicidad 
en aquel presente, 
y ahora a metros de aquel tiempo 
que parece de otro o de otros,
y sin embargo es mi vida, 
mi ser, 
la manera de entender mi mundo, 
desde las sensaciones, 
el tiempo, 
el tiempo nostalgico, 
es el de siempre,
Aquellos niños están ahora creando sus melancolias. 
Quizas fue solo tiempo, 
una infancia, 
quizas eso sea la vida mirada desde afuera, 
desde donde ya no se puede vivirla,
la ingrávida soledad con la que nuestros fantasmas, 
los muertos, 
exigen volver a este presente, 

viernes, 16 de agosto de 2013

La montaña. Poesía.

Allí, 
entre las montañas terrosas, 
descubro como cambía la bellleza el atardecer, 
por la mañana era blanquecino y prometedor, 
limpio, 
ahora el paisaje árido de colores, 
baja hacia mí, 
con el suave misterio del crepusculo, 
todo parece lo suficiente triste, 
y a la vez promete fantasias, 
un pequeño hilo de agua olvidada 
recorre la quebrada, 
Los paisajes inhospitos... 
ellos no te obligan a nada, 
son de alguna manera más solitarios
que todos, 
los hombres juntos... 
Las piedars, 
los minerales vistiendo las montañas, 
de colores que en franja, 
son armonía y azar, 
Ingreso a mi vision y... 
no soy tanto mi vida... 
soy también la naturaleza... 
y no esta mal. 
Descanso. 

sábado, 10 de agosto de 2013

Ahora... Poesía

La mágica constelación de sensaciones 
era todo 
y era demasiado.
Puede el placer doler y asustar. 
pero encontre el ritmo 
de mi cuerpo y creí 
que eso era todo.
Había entrado al mundo de los placeres
de los adultos, 
y me halago ser hombre 
y poseer 
ese anhelo... 
las mujeres eran...
demasiado 
eran todo 
y eso era la vida, 
el exultante cuerpo de una mujer dibujada,
en papel,
llevada a mi mente. 
Hoy recuerdo la construccion de mi ser 
y era feliz...
hoy ya es distinto 
todo me atrapa, 
y solo el amor puede darme algo.
Los cuerpos 
las fantasias... 
que poco parecen ante el apuro 
el tiempo no para de...
vigilarme.

lunes, 5 de agosto de 2013

Mediciones: Poesia.

Un hombre se cree superior por saber, 
otro se cree inferior por saber, 
y no vivir... 
Otro vive y desprecia a los que observan, 
letalmente quietos, 
y se siente superior. 
Cuánta culpa están creando 
por su ignorancia, 
tapada por cálculos. 
Solo un hombre a mil metros 
de la sabiduría, 
puede creer en  sus inservibles 
mediciones, 
y peor,
Confiarse a  ellas... 
Como si entendiera por primera vez el valor de ganar 
y ser... 
¿para quién? 
Si no es primero para él mismo. 
No, 
no lo sabe, 
no dedicó su tiempo a pensarse, 
a entender que las posibilidades 
los infortunios. 
el fuerte caos de la biologia,
los absurdos accidentes biograficos... y 
los inevitables, 
modifican los triunfos
pero no los meritos... 
giran en una rueda indescifrable que puede ser de dios, 
aunque tampoco interesa. 

Los desvíos sexuales segun la óptica de un escritor. El escritor y la mujer francesa.


Vi aquella película de la pareja de amigos que se intercambiaban sexualmente: qué manera tan agria de crear humor. La tragedia se asoma con toda su brutalidad cuando los cuatro amigos –tienen unos cuarenta años-  se esconden desnudos –tras una noche de autodestrucción sexual-  tras una pared interna de la casa  a punto de ser sorprendidos por el hijo de doce años que solo descubre  el rostro de su padre asomado tontamente, dejando su cuerpo desnudo protegido por esa pared. La pared de los milagros. Ellos se pasan de esa pared a otra sin que el niño, atrás de un ventanal, los descubra desde afuera,  pide la llave para entrar, compartiendo la ignorancia con sus amigos, pero  desconoce la catástrofe que lo separa a unos metros gracias a una pared, a una casualidad.  La pared de la gracia y la locura.  En el cine se festejaba  la escena con risotadas porque saben, intuitivamente, que el niño no terminara viendo a sus padres en una decadencia tal. Puede un hijo quedarse sin padres por tal imprudencia.  La fascinación creciente de los disconformes por destruirse a cambio de pequeñas magias inútiles.  

viernes, 2 de agosto de 2013

Tiempo deslizante... Poesia....

Una fuerza extraña me sujetaba, 
al tiempo, 
la fragil medida de la mortalidad, 
de los amores, 
el espacio oscuro y profundo 
del desamor. 
Mi madre ya no esta en el tiempo, 
tampoco mi abuela, 
Mi padre... 
hace dos días caminamos por un hermoso parque, 
nuestros cuerpos se movían entre los árboles 
como apariencias, 
felices, 
pero era el gesto de los viejos, 
la resignada mueca frente al sol, 
el infinito succiona y... 
estoy solo... 
él ya no me reconoce... 
El tiempo pasa a cada vez que lo pienso, 
y ella.. 
no lo se. 
No me ama, 

Gabriel Dancygier

Parráfo decisivo de " El escritor y la mujer francesa"


Cuando ayer la hermosa mujer francesa subió las odiosas escaleras para hacer sus trámites antes de subir al avión, sentí golpear en mi cuerpo la profunda desilusión de aquella sonrisa. Hubiera sufrido menos ese impacto si ella hubiese llorado. Es mucho peor que las personas que amamos no nos muestren su dolor y que en la obligada tarea de adivinarlo quedemos a merced de esa valentía que los convierte en doblemente dignos y más merecedores de ofrecer nuestra vida por ellos. Podría arriesgar mi vida por esa mujer que intentaba amarme de verdad -mientras dejaba de mirarme  para abandonar  la escalera eléctrica o para llorar-, pero no podía ofrecer la vida de Isabel, no… no podría y no dependía de una axiología o del peso de mi moralidad… era una dura imposibilidad material, no salía de mis pensamientos ni de ninguna gran reflexión, era que mi cuerpo no conocía ni aprendería sobre esos desprendimientos. Cuando me enteré de le enfermedad de Isabel la disyuntiva había concluido. Yo ya conocía el resto de mi vida. Si el momento de mis dos destinos era un péndulo en el que yo prefería que lo detenga el azar por sí solo, para señalar a una de las dos mujeres… Ahora entiendo que nunca existió ningún péndulo, solo mi imaginación necesitaba de las dudas, el resto ya estaba sentenciado. Y comprendí que de allí en más el recuerdo de esa joven francesa tendría la constancia de un clavo en mi corazón, y solo el extenso tiempo y su planicie me acostumbrarían a diluir aquella hermosa historia de palabras y de olores y de renacimiento.  

lunes, 29 de julio de 2013

Amor, demasiado para mí... Poesia.

A veces tengo miedo. 
Este es el comienzo de un amor, 
y el contorno de aquella, 
tarde entre las penumbras...
de tu cuerpo, 
de todo lo que eres,
me asustó... 
Es cierto que puede doler la belleza, 
si tiende a ser de uno, 
porque en un sentido no lo es, 
o puede,  
que en varios, 
el amor sorpresivo y brusco, 
como el de siempre, 
obliga a tener la cabeza muy en orden, 
es una gran tarea, 
así, 
tan claro, 
como cualquier acto trascendente. 
Me asustará también  un quirófano, 
las muertes de mis padres, 
la extraña finitud, 
la mia, 
Puede que haya de poner muy en orden los pensamientos, 
para no establecer 
una horrible continuidad, 
entre el amor perdido... 
y las horribles profesias... 
Ellas... 
hacen que los sufrimientos cotidianos 
se llenen 
de un dolor indecible. 
O puede que el amor, 
virulento, 
sea... 
mucho para mí. 

Gabriel Dancygier

sábado, 27 de julio de 2013

Una mujer demasiado joven... Poesía.

Sí, que existen los amores raros, 
pero como saber,
reconocer, 
el tranquilo descanso de un alma... 
Combinaciones, 
repletas de contrasentidos, 
a fuerza de encontrar amor o sus derivados, 
la negligente fuerza por encontrar conpañia feliz, 
o  quien sabe, 
eso puede resultar todo para muchos, 
Yo, 
he tenido un amor raro, 
pero era al fin, 
amor... 
hay... la diferencia de edad, 
y sus ecos. 
las miradas crueles, 
impiadosas,
de sentencias desconocidas, 
detrás, 
fuera de la orbita de hipocrecia, 
no, nada es facil...
necesitaba convertir en posible nuestro amor, 
nivelar las edades, 
jugaba con los números, 
subía el de ella cinco años
pero no alcanzaba... 
y así, 
a cada rato, 
envejecía.